Este vino procede de las parcelas Las Jacintas, plantadas en 1922 y ubicadas en el cerro gallego donde el suelo es de pizarra blanca, el unicornio de los suelos. La Moscatel es la protagonista varietal junto con los vidueños blancos que históricamente se plantaban con una misión doméstica y que otorgan a este field blend una complejidad descomunal. Un blanco con alma de tinto.